sábado, 25 de septiembre de 2010

¿Contacto?

El tiempo transcurre lentamente. Los planes y proyectos que tenía para este fin de semana se han esfumado como humo que escapa a través de los dedos de la mano. Todo aparece solo, triste y aburrido. Una canción que me hicieron escuchar, en vez de alegrarme el momento me hizo recordar de mi estado de permanente soledad, aumentada en estos días por el abandono momentáneo de mis compañeros de vivienda y de muchas de mis desdichas, pero tambien de algunas alegrías. Todo aparece silencioso y monótono ante la pantalla de mi computadora. Espero actualizaciones de twitter, novedades de algun amigo... avanzo con algún trabajo, pierdo el tiempo con algún juego... pienso... ¿Se puede tener una vida mas aburrida?
Los acordes de la música que transmite la estación on-line que sintonizo, alegran fugazmente mi espíritu. "Es buena música" grito al viento que se lleva mis palabras y con afán de dejar registro de mis palabras, lo grito de nueva cuenta por escrito en mi teclado. Doy Enter. Aparece mi Update en el Timeline que tengo frente a mi, en mi pantalla. Mi esfuerzo de dejar rastro de mi actividad desaparece a los pocos minutos tras un torrente de publicaciones y menciones de aquellos que, al igual que yo, intentan vanamente dejar un registro de sus pensamientos, sentimientos, actividades y sensaciones.
El mundo digital nos consume y reemplaza inmisericorde nuestra vida real.
Alguna actividad eventual me distrae... Tengo que lavar, limpiar y acomodar algunas cosas en casa. Vuelvo a mi mundo "falso" creado con electrónes y fotones que viajan a través del universo.
Mi actividad es nula... ¿Nula? no en realidad: espero. Muchas veces he dicho, creído y comprobado que mi única razón de mantener conectadas mis terminales nerviosas al mundo digital tiene nombre.
De pronto aparece una notificación. No cualquiera. Se ha conectado... mi corazón se sobresalta y volteo rápidamente a la pantalla que había abandonado hacía un par de minutos en aras de dedicar mi atención a otros menesteres. Su presencia virtual ilumina repentinamente todo mi mundo... mi universo estrecho y personal. Esa presencia a la distancia, representada por un pequeño símbolo dura tan solo un fugaz minuto. Es suficiente. Me ha dado la energía suficiente para volver a soportar mi monótona actividad.
Pienso y reflexiono... Escarbo en mi interior tratando de entender una sola pregunta... ¿Cómo es posible que se pueda querer tanto y de tal manera a alguien? A un alguien que aún a la distancia, aún a través de un pequeño flujo electrónico es capaz de mover y tranformar la manera en que apreciamos nuestro entorno.
Preferiblemente desearía no tener que esperar esa presencia fugaz e intangible, sino disfrutarla de manera física en cada momento de mi vida real, sin tener que depender de la frugalidad insensible que nos da el mundo digital. Pero los tiempos son así. Sacrificamos la maravillosa experiencia del contacto real a cambio de poseer más tiempo con ese ser que nos importa, aunque sea a la distancia. O bendita tecnología que nos permites estar en constante "contacto" con nuestros seres queridos, pero nos castigas quitandonos irónicamente el contacto real con ellos.
Todo sea por... ¿Avanzar?

Tu 24/7

Hoy por la mañana mientras regresaba del trabajo, escuchaba la radio mientras manejaba relajadamente (cosa rara en mi). Me llamó mucho la atención acerca de un concurso que mencionaban en el programa que transmitían en ese momento. Se trataba de nominar a tu 24/7. ¿24/7? Si, 24/7: aquella persona que está para ti las 24 horas de los 7 días de la semana. Mencionaban dos categorías: ¿Quién te apoya? y ¿Quién cree en ti? Me llamó la atención de sobremanera y entre al sitio del concurso para leer más. Me motivó una parte que se refiere a cumplirle un sueño a esa persona. Pensé que tal vez yo no tuviera una persona en la primer categoría, pero definitivamente había una que encajaba perfectamente en la segunda, además de que si existe un sueño que me encantaría ayudarle a cumplir. Que mejor oportunidad para intentarlo. Me decidí postular a esa persona y envié mi carta de participación, la cual transcribo en el presente post, además de que coloco el link a su ubicación original, para que en su momento, cuando la etapa de votación se lleve a cabo, me apoyen para ayudar a cumplir el sueño de esa persona. La publicación original está en http://www.tuveinticuatrosiete.com.mx/DetalleHistoria.aspx?historia=700.


Gracias por creer en mi

Hace un par de años que mi vida dió un giro de trescientos sesenta grados. Mi mundo parecía derrumbarse. Mis amigos y mi familia ya no estaban conmigo. Solo unas cuantas personas permanecieron a mi lado y de esas, solo una me dió los ánimos para salir adelante. Creyó que yo tenía la fortaleza y la capacidad para superar las dificultades. A través de todo este tiempo, ella me ha dado los ánimos de seguir adelante, de superarme, de lograr lo que nunca antes me creí capaz. Me anima, me estimula y me hace avanzar. Se dice que detras de todo gran hombre hay una gran mujer. Yo disto mucho de ser ese gran hombre, pero definitivamente, detras de mi hay una gran mujer: mi mejor amiga. Cuando mi mundo parecía derrumbare, los constantes estados de depresión en los cuales desafortunadamente caí, era ella quien se preocupaba y me daba ánimos para recuperarme. A partir de entonces he tenido muchos logros tanto en lo anímico como en lo personal y profesional, gracias a que ella ha creído plenamente en mis capacidades y fortalezas, dejando de lado mis debilidades y deficiencias. Yo digo que tengo cerca de mi a un Angel y ha sido más que eso. En poco tiempo pasó de ser una simple compañera de la universidad a la gran amiga que se preocupa por mí y apoya todas mis tonterías. A veces, para creer en nosotros mismos necesitamos que alguien más crea en uno. Ahora, es tiempo de pagar un poco todo aquello que me ha dado con su confianza y compañía. Por desgracia los problemas han aparecido cerca de ella y necesita un lugar propio para ella y su nena. Yo por desgracia carezco de los medios suficientes para hacerle realidad el sueño de poseer su propio espacio y la verdad, de tenerlos, no escatimaría ni el mayor de los esfueros y recursos para brindárselo. Sin su confianza en mí, sin su perdón de mis errores, sin su apoyo, yo tal vez ya hubiera cometido muchas más tonterías de las que he hecho. Solo me queda decir: GRACIAS NANCY POR CREER EN MI Y POR CONVERTIRTE EN MI ANGEL. GRACIAS AMIGA.